Del Placer al Miedo

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La sensación de miedo que experimenta nuestro cuerpo ante una situación sexual puede interferir en nuestro disfrute. La ansiedad libera adrenalina, hormona que desencadena la reacción de “ataque” o “huida”.  Con cual de esa opción responderemos, dependerá del significado de nuestra sensación sobre la situación. En ambas situaciones, el resultado puede ser una serie de emociones, sensaciones, pensamientos, conductas.

Un joven de diecisiete años puede ver su primera ocasión de tener relaciones sexuales con su enamorada como algo placentero, en tanto que su amigo, que tiene menos confianza en sí mismo, y empieza a experimentar sensaciones de opresión en el pecho, tensión en los hombros.

Cuando la ansiedad interfiere en el disfrute, entonces la persona experimenta diversos síntomas corporales que incluyen todo tipo de señales de alarma como la respiración acelerada, temblor, palpitaciones aceleradas, sudoración, mareos.

Tipos de Ansiedad

Existen dos tipos principales de ansiedad que afectan negativamente a la vida sexual:

  1. El miedo al rechazo
  2. El miedo al fracaso
  1. Miedo al rechazo

El miedo al rechazo se refiere al temor de no verse atractivos ni sexys o que nadie lo desee sexualmente. Los sentimientos asociados a esta idea son la vergüenza. El miedo al rechazo puede surgir por estos dos motivos:

  1. Crítica interna: Es la voz que escuchamos dentro de nuestra cabeza…………
  2. Critica externa: Es como consecuencia de situaciones reales en la que otras personas nos descalificaron o juzgaron. Por ejemplo, una mujer se niega a tener relaciones sexuales porque su cónyuge la maltrata verbalmente y, además amenaza con buscar una amante si ella no accede.
  • Miedo al fracaso

La mayoría de consultas con los terapeutas sexuales está relacionada con el miedo a no tener un buen desempeño. Se puede manifestar en los siguientes casos:

  • Personas sexualmente inexpertas
  • Personas que presentan un elevado nivel de tensión o ansiedad al momento de querer complacer a su pareja
  • Aquellas personas que han sido juzgados por su pareja en razón a su incapacidad de satisfacerlos sexualmente, por su falta de deseo o de respuesta sexual o por algún otro aspecto de su sexualidad.

Las estrategias sexuales

Existen diversas estrategias para trabajar tanto de manera individual como en pareja con el fin de ayudar en el disfrute sexual y lograr el placer:

  • Los diálogos internos pueden manifestarse de diversas maneras, es decir como un padre critico o autoritario con frases como “cómo es posible no complazcas a una mujer”, “que estúpido”,” sino lo complaces te va a dejar”, “no vales como hombre”.

También existen casos de hombres y mujeres se juzgan cada vez que se masturban y empiezan a sentir culpa, malestar.  La parte critica se manifiesta cuando descalifica las características físicas, por ejemplo, si esta gordo o gorda, si el pene lo tiene demasiado pequeño, etc.

La crítica interna nos invita a experimentar angustia, ansiedad, bloqueos, cuando no salen como se esperaba las relaciones sexuales. Existen casos de hombres tienen la capacidad de tener erección mientras se masturban pero pierden erección frente a una mujer. La mujer puede sentir placer cuando su pareja la seduce sin embargo siente angustia cuando toma la iniciativa.

Bala Jaison(2006) refiere que existen algunas estrategias útiles para trabajar con la parte crítica:

  • Evita quedarte anclado en diálogos y razonamientos con el critico
  • Respira. Relájate. Invita al cliente a crear un espacio tranquilo y seguro para anclar en un estado deseado.
  • Invita al consultante a acceder a su yo de manera calidad y amable.  Cuando accedemos a la parte nutricia, disminuye la crítica y además protegemos a la parte desvalorizada o atacada.
  • Asertividad Sexual

Se define como la capacidad de hacer valer sus derechos sin dejarse manipular y ejerciendo el derecho al respeto a sí  mismo y a los demás. Lo que promueve la asertividad sexual es la igualdad sexual, fomento de la intimidad. Se aplica para:

  • Iniciar la actividad sexual: consiste en expresar lo que sientes y piensas sobre tu sexualidad, lo que deseas hacer y como deseas hacerlo, en vez de estar criticando durante el encuentro erótico con frases como “así no”, “para”, etc.
  • Rechazar la actividad sexual deseada, capacidad de decir no cuando no deseas tener una relación sexual o de determinada manera y no sentirse culpable después. Cabe recabar que cada persona tiene sus preferencias y valores y es importante respetarlos.
  • Decidir sobre nuestro propio cuerpo, desarrollando comportamientos saludables, hacer uso de los métodos que cuidan nuestra salud y no permitir abusos.
  • Sexo a solas

En ese sentido se evalúa que tan cómodos se encuentra nuestro cuerpo con el placer sexual a través de las autocaricias. Si nos descalificamos cuando nos masturbamos o tenemos la sensación de culpa, tensión o algún otro malestar, podemos ensayar con herramientas como despeje espacio, respiraciones  y los diálogos internos para ver el sexo a solas de manera positiva.

  • Sexo en pareja

Existen una serie de ejercicios eróticos que se prescriben en la pareja como la exploración de las zonas erógenas, a excepción de los genitales, consiste en explorar el cuerpo a través de diversas estimulaciones como acariciar, cosquilleo, lamer, chupar, frotaciones.

Después de cada ejercicio, la pareja puede hablar de sus sensaciones, de lo que aprendieron, que fue lo que nos gustó y que fue lo que nos encantó de la experiencia de explorar los cuerpos. Otro ejercicio consiste en darse placer erótico incluyendo tocar los genitales. La idea es no centrarse en alcanzar el orgasmo o en la eyaculación sino en disfrutar de las sensaciones sexuales.

Cuando la pareja ha desarrollado la confianza, ha llegado el momento de disfrutar del coito haciendo uso de la estimulación erótica, oral, táctil, olfativo, es decir haciendo uso de los sentidos.